Es importante retrotraer una escena del pasado para analizarla, estudiarla y comparar con el presente, y empezar a mirar algo del futuro, nunca se sabrá si tal o cual acción pudo cambiar una historia o simplemente se dejó pasar sin tradición. Insisto en el tema porque mis dos grandes amigas: Nostalgía y Soledad, son las que me acompañan en las madrugadas frías del invierno limeño cuando empiezo a escribir y recordar las añoranzas.

Tengo que agradecer a Rudy Ronald Reyes Retamozo un profesional salido de las aulas de la Universidad Nacional Federico Villareal y de la San Ignacio de Loyola, quien me hizo llegar hace un tiempo atrás, el cartel de la Feria de la Virgen de las Nieves de Coracora del 1972, es decir de hace 42 años. Pero nos preguntamos, porqué Rudy conserva en una vieja pared de adobe, en la casa de sus antepasados allá en Coracora un cartel de ese año y que además lo muestra con orgullo, la respuesta salta por si sola: Ese es, el año de su natalicio. Qué duda cabe, es un taurino y como dicen los mejicanos “de hueso colorado”.

En aquel cartel del 1972 ya se anunciaban tres tarde taurinas, en homenaje a la Virgen de la Nieves patrona de Coracora, con tres toreros peruanos de aquellos tiempos: Daniel Palomino, Rogelio Cervantes y Carlos Suárez, quienes torearían astados de la región parinacochana. Pero recordemos con añoranza un poco de la amplia trayectoria de los espadas nacionales. Daniel Palomino fino torero que de novillero se estrenó en la plaza de Vista Alegre en España el 9 de junio de 1968, tarde en la que cortó una oreja; una semana después volvió a tocar pelo en la plaza de Zaragoza. Rogelio Cervantes “El Inca” hizo la profesión desde novillero en México, después de triunfar en Acho a principios de los años 60 actúo en las plazas de Palmira, Cali y Bogotá, toreando en la Monumental de México el 11 de agosto de 1968, luego toreo con Manolo Martínez y Alfredo Leal en Tampico, una larga hoja de vida taurina. Carlos Suárez el torero del puerto del Callao, tomó la alternativa en la Plaza de Acho teniendo de padrino a Daniel Palomino y de testigo a Rafael Puga ante toros de La Pauca, el porteño paseo su valor por plazas de Colombia y Venezuela. Los carteles en diferentes ruedos del Perú, tenían la virtud de ser nacionalistas, hoy con la globalización se han internacionalizado.

No siempre todo tiempo pasado fue mejor, ni necesariamente lo de ayer, es mejor que el de hoy. Por ejemplo en la gráfica de los carteles -como el que tenemos a la vista-, ha variado del linotipo al offset y del ahí al láser, todo ello es el producto del desarrollo tecnológico. Con el resumen del ayer, interpretemos el hoy y saquemos conclusiones para el mañana.