El rejoneo es el arte del toreo a caballo. Es una práctica antigua de la época de la dominación árabe en España, los festejos taurinos con preponderancia eran ecuestres. Personajes destacados y de la nobleza lo ejercían como prueba de habilidad y valentía. El ejercicio del toreo ecuestre tuvo privilegio en la época de Felipe IV sobresaliendo en los años de su reinado en España y tuvo como escenario la Plaza Mayor de Madrid.

 

Al llegar la dinastía de los Borbones al trono español con Felipe V, el toreo a caballo pierde preponderancia pues al nuevo rey no le entusiasma la fiesta de los toros. Los avezados de la nobleza que practicaban el toreo ecuestre lo van abandonando y toma preponderancia el toreo a pie. Entre Ronda y Sevilla van apareciendo toreros ganando en estilo y perfeccionamiento aparecen el primer coloso del toreo Pedro Romeo y el sevillano Joaquín Rodríguez «Costillares» quien impuso en la suerte de matar el volapie.

 

En Portugal surge el toreo a caballo como continuación y se convirtió en la profesión de rejoneador cambiando el uso de la lanza antigua por el rejón.

 

En España después de consolidado en los ruedos el toreo a pie en los primeros años del siglo XX aparece de nuevo el rejoneo propiciado por el cordobés Antonio Cañero, de familia campera y ganadera que lo practicó con arreglo a unas reglas básicas de doma y monta. Después aparecen otros rejoneadores: José García Carranza «Algabeño», Álvaro Domecq Díez, Alfonso Reyes, Beatriz Santullano, Duque de Pinohermoso y aparece Ángel Peralta, sevillano de Puebla del Río en la década de los cuarenta. A los 19 años se presenta en público en la plaza sevillana de La Pañoleta y se inicia su ejecutoria triunfal. Actúa por primera vez en Madrid el 19 de abril de 1948. Su buena doma y monta,su buen hacer en la lidia ecuestre, su acierto al clavar rejones y banderillas y el garapullo de la rosa, realizó buena y certera ejecución dejando llegar al toro al estribo del caballo, como es debido y no a la grupa que es una ventaja. Su primacía se ha mantenido con cartel en el arte del rejoneo. Considerado un maestro en la ejecución del arte equino por ello se le ha concedido la medalla de oro de las Bellas Artes en el toreo que es un privilegio de reconocimiento a su vida profesional. Nuestra enhorabuena con admiración, como siempre.

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103