Reportaje de Carlos Alexis Rivera

El Buenaño de Leonardo comienza, con  su Ilusión rebosante de afición en Tovar

Leonardo Buenaño, es un novillero venezolano que como muchos nativos de esta hermosa tierra del  Alma Llanera, decide levar anclas, zarpar a otros rumbos y con la mochila al hombro, cargada con los trastos y aperos en su esportón de los sueños, Navegó y con el aire en contra de sus velas toreras logró conseguir tierra firme.

En sus años de adolescencia vividos en Valencia, de donde es nativo, defendió los colores de su país en competencias deportivas, el karate para ser exactos, luego decide despojarse del Kimono y adoptar como suya la vida taurina, “no ha sido fácil, pero cuando ves cuanto camino has recorrido y estás próximo de llegar a la menta, pues te sientes con la satisfacción de llegar a cumplir el sueño de todo aquel que se viste de luces, ser matador de toros”.

El recibirse como torero no es el final, dice Leonardo  Buenaño, a lo cual agrega, “justamente es empezar de nuevo, esto es apenas un peldaño más, estoy muy claro que es otra lucha, es volver a picar piedra, y lograr ser matador de toros con todas las adversidades que he tenido, con todos los ´problemas que tiene mi país, finalmente lo logré: Un venezolano se está haciendo torero”.

Su deseo y empeño por doctorarse como torero, va de la mano de su profesión, pues Leonardo es abogado, licenciado en leyes,  un paso académico que al igual que el camino taurino está lleno de obstáculos pero que finalmente también esa meta la ha logrado con una particular satisfacción que se extiende a su entrono familiar, que también le está apoyando en esto de ser torero.

“El respaldo de mi familia ha sido fundamental para todo esto, en especial, mi padre y mi madre, son ellos quienes en los momentos de mayor dificultad me dan el ánimo necesario y no me han dejado tirar la toalla. Justo en esos momentos difíciles han estado ahí para apoyarme y eso es muy importante y tiene un valor incalculable”.

Tovar es borrón y cuenta nueva

Lo de la alternativa estaba pensada en Pachuca el año pasado, pero lamentablemente no se pudo dar ya que sufrí un percance si bien es cierto no fue grave del todo, me dejó sin la posibilidad de doctorarme, pero nunca es tarde a ya estaré recibiéndome en Venezuela.

El recibir la alternativa en Tovar de la mano de Daniel Luque y Alberto Lamelas es sin duda un compromiso profesional, trataré de estar a la altura de estos dos grandes toreros españoles, sin embargo, nos hemos preparado a conciencia para esa tarde.

Me hubiese gustado que la alternativa me la otorgara Manuel Escribano, quien fue el torero que me abrió espacio en España, me enseño el ABC del arte taurino, le estoy muy agradecido por su amistad, esperaremos para que sea él entonces mi padrino de confirmación en Madrid Dios mediante por supuesto.

Sin embargo, recibirla de manos Daniel Luque es un orgullo, pues le conozco cuando estuve en España es sin duda un torero de gran clase y mi testigo pues es otro diestro que despunta a ser figura como Alberto Lamelas, que está haciendo buena campaña en Francia de la mano de Tomas Campuzano a quien también admiro y respeto, conformándose en realidad un cartelazo de alternativa soñada.