Nuevamente tuvimos la suerte de vivir una aleccionadora experiencia en el campo bravo tlaxcalteca, concretamente en la ganadería de Don Patricio Slim, propietario de la vacada que lleva el nombre de Brito.

 

Don Patricio fiel a su línea de exigencia, así como de evidente rigor como criador de toros bravos, exigió en cada una de las 17 vacas examinadas, la casta y bravura como las cualidades fundamentales que pasaron lista de presente, a las que se unieron solidarias, la clase y calidad en el embestir, por ello todas las vaquillas tras cumplir con estos requisitos fueron aprobadas con nota superior; al margen de que también han sido fundamentales, para contribuir a los ensayos diarios del Maestro Zapata, dejando bocetos luminosos.

 

La tienta, como bien sabemos, es una de las facetas fundamentales de la Fiesta, ya que ahí, es justamente en donde a través de la rigurosa selección, se aprueban a los individuos -vacas o sementales-, que podrán procrear al toro bravo que saldrá a los cosos taurinos, para dar grandeza y sustento a nuestra Fiesta Brava.

 

La ganadería de Brito, se ubica en el municipio de Huamantla, Tlaxcala, en donde luce luminosa la escenografía natural que Dios le dio.

 

Para esta faena campera, como ya manifestamos, fue invitado de honor, la primera figura del toreo mexicano, Uriel Moreno El Zapata, quien fue el director de lidia, y al que le acompañaron los novilleros: Óscar Amador, quien en breve se presentará en la Monumental México, así como José María, Sebastián Palomo, Emilio Macías, Alejandro Lima El Mojito y Héctor Gabriel Aquino.

 

Una interesantísima experiencia que dejó nuevamente como imborrable recuerdo la casta y la bravura que deben de existir como parte fundamental en todas la cabaña brava mexicana.

 

¡Enhorabuena don Patricio Slim!