Juan José Padilla, poco pudo hacer frente a su primer toro, un ejemplar parado desde la salida y con el que se vio obligado a abreviar en la faena de muleta, al no desplazarse el animal. Antes había cubierto un tercio de banderillas, a petición del público donde tuvo que llegarle mucho al toro, dadas las complicaciones. Su segundo ejemplar, se desplazó algo más en los primeros tercios que el anterior, lo que permitió a Juan José Padilla, recibirlo en el tercio de rodillas con una larga cambiada para después seguir toreándolo a la verónica, junto con un gran tercio de banderillas. En la muleta el toro se fue apagando poco a poco hasta pararse, permitiendo primero algunos muletazos buenos, y después Padilla tiró de voluntad y entrega, para intentar arrancarle algunos muletazos en redondo.

 

Alberto Lamelas sorteo en primer lugar el ejemplar más potable de su lote, con el que, desde la salida, mostró su disposición y ganas. Lo recibió en el tercio, de rodillas, con tres largas cambiadas que hicieron que el público se fijara en lo que acontecía en el ruedo, para después seguir con un ramillete de verónicas, destacando alguna muy templada y de calidad. Con la muleta, comenzó de rodillas en el tercio, y poco a poco fue sometiendo al animal, ligando muletazos de buen trazo y naturales con temple. El toro se paró y ya los muletazos fueron de uno en uno, para culminar su labor con una serie de arriesgadas bernardinas y una gran estocada. Con el último toro de la tarde poco pudo hacer el diestro jiennense, ante un animal que no acometía a los capotes, y frenaba su embestida. Pese a las fuertes protestas del público, el astado permaneció en el ruedo y Alberto Lamelas, le sacó todo lo que pudo, con ambas manos y arriesgando mucho le consiguió sacar algún muletazo. Se metió entre los pitones, con el animal parado, y con una gran dosis de valor, y ganas, intentó el toreo en circular. Volvió a matar de una certera estocada y fue premiado con una oreja.

 

 

En Castellar (Jaén), con tres cuartos de plaza, se han lidiado cuatro toros de Luis Caldeira, desrazados, parados, y con peligro, especialmente primero y cuarto, pitados en el arrastre.

 

Juan José Padilla (azul pavo y oro): silencio y dos orejas.

 

Alberto Lamelas (blanco y plata): dos orejas y oreja.

 

 

 

Crónica de Marisa Fernández