Lamelas cortó al oreja al primero de la tarde, un novillo complicado que se defendió desde el primer momento quedándose muy corto en todas sus embestidas. Una labor de mucho oficio y una buena estocada fueron la recompensa por el esfuerzo de agradar del novillero jienense. En el segundo de su lote tuvo una labor más armoniosa por ambos pitones entendiendo mejor la embestida del de Adolfo. Una estocada baja le impidió salir por la puerta grande.

 Francisco Pajares toreó con cadencia y temple al segundo de la tarde. Lo entendió desde el principio en un saludo capotero poderoso con el que pronto se salió a los medios. Con la muleta mostró detalles de un toreo
 estilista que además es capaz de acoplarse con embestidas complicadas. Con el segundo de su lote, por el contrario, no fue capaz de encontrarle el sitio hasta el punto de abreviar en su labor.

 Por su parte, el extremeño Julio Parejo sorteó el lote más noble y más fácil de la tarde. El tercero de la tarde fue el novillo de más recorrido y que más humilló. Parejo estuvo firme y tranquilo en una labor bien compuesta pero que no terminó de calar en los tendidos con gran eco. A esto se unió el fallo con los aceros y su faena fue silenciada. Con el sexto, un novillo con el que apostó Parejo al brindarlo al ganadero, no
 pudo lucirse al complicarse la embestida del utrero en los primeros pasajes de la lidia del último tercio.


 Reseña:


 Con más de tres cuartos de entrada en la segunda del ciclo Alfarero de Oro
 de Villaseca de la Sagra
, se han lidiado seis novillos de Adolfo Martín,
 bien presentados y de distinto juego. 1º y 2º complicados, 3º y 4º nobles,
 el 4º ovacionado en el arrastre, y 5º y 6º manejables con matices. Alberto
 Lamelas,
oreja y palmas. Francisco Pajares, silencio y silencio. Julio
 Parejo
, silencio y palmas.

 Incidencias: José Luis Carmona, de la cuadrilla de Julio Parejo resultó
 volteado aparatosamente por el sexto sin consecuencias.