Polifacético hombre, nacido en la ciudad de Ejido, cronista del diario El Heraldo, escribió para La Nación de San Cristóbal y El Vigilante de esta ciudad, además de otros medios hasta su deceso, además de fundar la dinastía taurina Rodríguez Jáuregui.

En reconocimiento a la destacada vida y obra del eximio merideño, don Augusto Rodríguez Aranguren, la Academia de Mérida sesionó la tarde de ayer en su sede, ubicada en el centro de esta capital, donde se dieron cita personalidades de la ciudad y los 11 hijos del recordado escritor y empresario.

El presidente de la Academia de Mérida, Ricardo Gil Otaiza, dio inicio a la sesión y manifestó la importancia de este acto para rendir homenaje a un sabio merideño como lo fue don Augusto Rodríguez Aranguren, intelectual, emprendedor y cronista, que escribía sus libros, en cuyo contenido había sentimiento y alma, y que lo entregó todo por su ciudad a cambio de nada.

El orador de orden, Carlos Guillermo Cárdenas, hizo un recuento de la vida de don Augusto Rodríguez Aranguren, quien a sus 21 años fundó el periódico La Voz de Ejido, fue cronista del diario El Heraldo, escribió para La Nación, El Vigilante y otros medios, además de fundar la dinastía taurina Rodríguez Jáuregui y llevar el gas doméstico a los hogares merideños cuando la gente cocinaba en leña.

Hubo obsequios para la Academia de parte de la familia Rodríguez Jáuregui, además de un brindis que contó con la presencia de los hermanos Beatriz, Jorge Augusto, Rossina María, Juan José, Yolanda, José Luis “don Pepe”, Narciso “Chicho”, Francisco Javier, Juanita, Alejando y Augusto. La iglesia merideña estuvo representada por el obispo auxiliar de Mérida, Luis Enrique Rojas, el conocido padre “Kike”.

John Bahoque – Foto: Giancarlo Vido Rodríguez