Miguel Ángel Delgado mostró la tarde de su alternativa que es un nuevo valor a tener en cuenta. En época de mediocridad, Delgado viene con un toreo clásico, elegante y de muy buen gusto. Si a todo esto añadimos que tiene una cabeza más que privilegiada en la cara del toro, podemos afirmar, que estamos ante un torero que puede dar mucho que hablar. Importante fue su actuación en el sexto toro de la tarde. Toro bravo y alegre que pedía un torero cuajado y que fuera capaz de torearlo como merecía. Ya en los lances de recibo mostró Delgado su concepción del toreo, pero fue en la muleta donde desarrollo lo mejor de la tarde. Fue generoso y lució a su oponente en cites dando mucha distancia. Las tandas surgieron puras, largas y rematadas. Destacó en el toreo al natural y en los remates por bajo. El toreo con la derecha tuvo igualmente una gran calidad. La lastima fue que tras una ceñidas manoletinas, donde el toro seguía viniéndose de largo, todo lo echo a perder por el mal uso de la espada. Lástima, pero hay que tener en cuenta que no todos los espadas del escalafón, en el que hoy ha ingresado Delgado, son capaces de estar a la altura de la bravura del sexto toro.

 

Alejandro Talavante tuvo un buen primer toro. Tras brindar al público ofreció una faena correcta, sin que llegara a romper, en parte por una deficiente colocación al hilo del pitón y fuera de cacho. Destacar alguna tanda al natural y poco más. En su segundo, un toro que se rajó y acabó en tablas, poco pudo hacer si no pegarse un arrimón un tanto ficticio.

 

“El Cordobés hijo” siempre muestra una gran ambición. Ganas no le faltan, pero algo falla. Correcto cuando práctica el toreo fundamental, en el que destacó alguna buena tanda con la izquierda. Brilla más con el toreo accesorio, llegando más al público al que recuerda los tiempos de su padre. Bien en su primero como ha quedado dicho, con el reproche, eso sí, de andar en algunas ocasiones mal colocado. En su segundo, que parecía iba a tener motor, se equivocó en la elección de terrenos y tras un muletazo de remate, abrió sin querer la puerta de la querencia natural del toro, acabando éste rajado y con la culata pegada a tablas.

 

 

 

 

Reseña, Córdoba sábado 30 de mayo 2009

 

Ganadería:

 

Seis toros de Gavira, correctos de presentación pero desiguales entre si. Su juego fue variado destacando el bravo y noble 6º de nombre Notario. Apagado el 2ª, buenos 2º y 3º, rajado el 4º y noble el 5º que termino rajándose.

 

Toreros:

 

Alejandro Talavante (azul marino y oro). Dos pinchazos, estocada defectuosa y seis descabellos (ovación con saludos tras aviso) y pinchazo y estocada corta (silencio).

Julio Benítez “El Cordobés Hijo” (salmón y oro). Estocada trasera y caída (vuelta al ruedo tras petición no atendida) y pinchazo y estocada tendida (ovación con saludos).

Miguel Ángel Delgado (blanco y plata). Estocada caída (ovación con saludos tras petición insuficiente) y dos pinchazos y dos descabellos (vuelta al ruedo).

 

Incidencias: Octavo festejo de abono de la Feria de Nuestra Señora de la Salud de Córdoba. Menos de media entrada en tarde nublada. Buena brega de Rafael Figuerola que también destacó con las banderillas. Miguel Ángel Delgado tomó la alternativa con el toro de nombre “Campolargo”, número 53, 520 kilos, nacido en abril de 2004. Este toro de la ceremonia lo brindó a su padre, Pablo Delgado, subalterno en la cuadrilla de Sebastián Castella.

 

 

 

 

 

 

Crónica de Salvador Jiménez

Foto de archivos sabiosdeltoreo.com