Encabezaba la terna Fernando Tendero, que hacía su presentación en Madrid.  Con el primero, que se dejó pegar en varas y blandeó de manos, comenzó la faena con buenos doblones. El toro embestía cabeceando y hubo tandas por ambas manos. Tras trincherazo y uno de pecho dejó una estocada trasera. Repite y perfilado al hilo del pitón deja una estocada perdiendo el engaño en el embroque. El cuarto, mansote, embestía a trompicones y terminó agotándose de tanto pases que aburrían al personal, sonó un aviso y con dos pinchazos y una estocada dobló el novillo.

 

Román Pérez vio como el segundo de la tarde volvía al corral por falta de fuerza. Se corrió turno y salió el que se iba a lidiar en quinto lugar. Embistió con la cara alta, lo citó de lejos y sacó derechazos y naturales a media altura

mientras el novillo tomaba la muleta con nobleza bobalicona. Entrando con el brazo suelto acabó de dos estocadas. En quinto lugar se lidió el sobrero que se quedaba corto de arrancada. Faena sin relieve para dos pinchazos, una estocada caída y descabello.

 

Javier Cortés, toreó bien de capote al tercero y con la muleta tras unos pases anodinos logró una buena tanda de naturales rematada con el de pecho, El novillo se dejaba hacer aunque a veces echaba la cara arriba. Tragó la embestida sin clase en

distintos muletazos y sufrió desarme al final de una faena larga por lo que escuchó un aviso. Entrando con el brazo suelto despachó al novillo de tres pinchazos y media estocada perdiendo la muleta en el embroque. El sexto se quedaba corto, porfió más de la cuenta pues no había nada que hacer. Media estocada, un aviso y descabello.

 

 

 

Y después de dos horas y veinte minutos de festejo todos a la calle.

 

 

 

 

  Desde Madrid, crónica de José Julio García

Decano de los críticos taurinos de España