Corazón flamenco y alma de torero (Última Parte)

“Se nos puede detener la respiración al ver a un astado pasarle rozando al traje de luces de Castella y él que ni se inmuta, o podemos desarmarnos en un rechiflo cuando tenemos enfrente a un torero que carece de técnica, que no es creativo y que fanfarronea frente al público, o a un toro que no embiste, no tiene la edad o escasea de características para estar en el ruedo. Y hay que creerlo, el público se da cuenta” (…)


Artículo de Ursula Sánchez Rocha