El mexicano Octavio García “El Payo” confirmó la alternativa. Devuelto al corral el primero salió el sobrero de Hnos. Torres Gallego, descarado de pitones, corneó el estribo en la primera vara y en la segunda empujó. Tercio de quites variado ejecutado por los tres espadas. El toro se duele en banderillas. Con la muleta lo toca por la derecha derrotando el toro al llegar a ésta. Más derechazos fuera de cacho. Entrando con el brazo suelto deja un pinchazo, otro pinchazo sin soltar, suena un aviso, y termina de una estocada. Devuelto el sexto al corral salió un sobrero de Pío Tabernero que fue un toraco corraleado, al que le propinó pases y más pases, innumerables pases hasta acabar atacando con el brazo suelto dejando una estocada perdiendo la muleta en el embroque. Ante unos aplausos aprovechó para dar la vuelta al ruedo por su cuenta.

 

Miguel Abellán saludó al segundo con una larga de rodillas. Dobló bien ante el capote y empujó en varas el toro, saliendo doblando las manos. Con la muleta cita de lejos par iniciar el primer muletazo. El toro flojeó de manos y citándole fuera de cacho y rematando el pase fuera trató de justificar una faena con el toro flojeando de remos. Perfilado al hilo del pitón y con el brazo suelto dejó un pinchazo y después un bajonazo perdiendo la muleta en el embroque. El cuarto, abanto, lo lancea enganchando el toro el capote. El astado peleó en varas blandeando de manos a la salida. Muleteó a media altura y a pesar de eso se cayó el toro repetidamente. Lo remató de estocada corta y hubo protestas contra el toro que fue pitado en el arrastre.

 

Serafín Marín vio que el tercero volvía al corral por flojedad de remos y lidió otro sobrero de María Gascón. Abanto de salida se fue suelto de los capotes y entró al caballo mientras marraba el picador. En la segunda vara dejó un puyazo trasero el varilarguero. Faena sin relieve, fuera de cacho, corriendo la mano y el toro siguiendo el trapo. Con el brazo suelto dejó un pinchazo perdiendo la muleta en el embroque, repitió la suerte dejando una estocada caída y perdiendo la muleta. Sonó un aviso y remató de tres descabellos. El quinto se iba suelto, se enceló en el caballo y aguantó el castigo que acusó ante la muleta. Acabado el toro insistió en dar pases que no procedían y entrando con el brazo suelto dejó una estocada trasera.

 

¿Cuando veremos Toros-Toros y Toreros de verdad?  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crónica de José Julio García

Decano de los críticos taurinos de España