Quincuagésima  corrida de la Temporada.  Lleno en numerado y un tercio en las alturas de general. Tarde fría y ventosa en momentos. La reventa hizo su agosto y la autoridad ¿DONDE?.

9 TOROS DE XAJAY.  De aceptable presencia, todos pelearon con los caballos y mostraron mansedumbre salvo el primero de José Mauricio, magnífico, recibió honores deL arrastre lento. Se inutilizó el 6º que Manzanares despachó en la arena.   Pesos  515, 470, 520, 490, 508, 490, 480, 485 y 500 Kilos

JULIAN LÓPEZ “EL JULI”. (Negro y oro)  2 orejas/2 orejas. Salida en hombros.

JOSÉ MARI “MANZANARES”.  (Obispo y oro). 1 oreja/silencio.

JOSÉ MAURICIO.  (Obispo y oro). 1 oreja/silencio.

DIEGO SILVETI. (Obispo y oro).  2 avisos y salida al tercio/1 aviso.

Comencemos con lo ocurrido ayer, de lo cual no hay mucho que narrar.  Apareció una rejoneadora con caballos de préstamo que toreó el año pasado  4 corridas en Portugal, sin cortar ninguna oreja (en lo alto del escalafón de rejoneadoras está la también portuguesa Noelia Mota que participó en 53 festejos, cortó 126 orejas y 19 rabos, ¿qué objeto tenía esta turística presentación la que además dejó hecho un muladar el ruedo?).  Alejandro Talavante mostró que  está acoplado a la embestida del toro mexicano, con su primero, sin calidad y aplomado, sólo lució con chicuelinas, frustrando cualquier faena por la ausencia de casta del toro.  Con el 4º mostró su privilegiada mano por ambos lados, destacando una soberbia tanda de naturales, por allí alguna arrucina y otra vitolina que lograron aplausos, pero el toro se engatilló al entrar a matar, recibiendo el espada un golpe en la cara.  Por su parte, “Corrientito” Adame con su primero no lució con la capa, la gente le pidió banderillas, destacando el segundo par, el toro se tornó peligroso y lo mató de una estocada desprendida.  Su segundo, sin duda el mejor toro del encierro de Barralva, “Clavellero”, castaño, ojo de perdíz, carinegro, cornialto que estuvo muy superior al joven aquicalitense. Primero quitó con zapopinas y logró aplausos con las banderillas.  Él  lo citó de rodillas y le dio  buenos derechazos, el toro rompió con gran calidad y el joven corrió la mano a cierta distancia, afortunado en una dosantina, siguió con muchos pases desperdiciando a un toro superior con algunos recursos pueblerinos.  Pinchó y sólo logró división de opiniones.  En el de regalo se mostró voluntarioso, pero el toro no ofrecía garantías, no tenía fuerza, alargó la lidia innecesariamente y se volvió a ver mal con el estoque.  También concurrió Octavio García “El Payo” que se le veía  displicente (desabrido), sin emoción y hasta aburrido ante el primero, escaso de fuerza y débil de remos, por lo que oyó mucho ruido en su contra, exagerando los trapazos.  Con su segundo, rajado y descastado estuvo a la altura de su enemigo, recibiendo fuertes pitos del tendido. No debe volver a esta plaza hasta que se decida a torear, en serio.

En la corrida de Aniversario sucedieron cosas notables, un decepcionante encierro de la acreditada ganadería de Xajay, salvo el 3º, “Tradición” que mereció justamente el arrastre lento.  La tarde y como parece otra vez la temporada se la llevó Julián.  Es imposible  torear con más mando, aguante y proximidad de las astas. Pero “500 Años” regateaba la embestida, el madrileño mostró una valentía inconmensurable.  Con tales cualidades artísticas y en la cima de su carrera, plantó cara a su primero instrumentando soberbias chicuelinas en los medios.  Con la muleta, imponiendo su mando y exponiendo a milímetros logró derechazos y naturales profundos y bajos.  Tan valiente fue que al salir de una dosantina voló por los aires, por la estrujante cercanía.  Ni el terno se vio y la concurrencia de pie, reconoció al ¡Torero!.  Mató de estocada en lo alto ligeramente trasera, pero el público, a su favorito, exigió las dos orejas que fueron concedidas. Con “Arte”, negro, bragado, deleitó con exquisitas verónicas.  Como sus hermanos, el toro rascaba y regateaba la embestida, sin embargo, puso a la gente de pie con hermosas zapopinas.  Le brindó a Diego Silveti e interpretó el toreo ante un marmolillo. La res no repetía, pero él plantó la franela sacando agua de las piedras por uno y otro lado con estrujantes pases.  Aún cuando la res se quedaba junto a la faja, Julián impávido aguantaba hasta darle salida.  Como mató de una estocada en lo alto y entera, recibió una oreja y el respetable pidió la segunda a quien hoy termina como El Jefe, con Manzanres, la Temporada en España, Francia, Sudamérica y México.

Por su parte, José María Manzanares tuvo momentos de mucha brillantez, especialmente con la derecha y varios cambios de mano y en naturales mostró su maestría ante “Fiesta Brava” que no transmitía y se rajó.  Mató de espectacular estocada “recibiendo” y aunque ligeramente atrás, fulminó y recibió la oreja. Su segundo, “Libertad”, arrastraba la mano izquierda y tuvo que ser estoqueado correctamente por Manzanares en el propio ruedo.  Tampoco tuvo suerte con “Pasión”.  Desplegó varias verónicas y una media, pero el toro era manso y las ráfagas de viento comenzaron, parecía entrar en vereda y el público le respondió pero se apagó  la res además son  transmisión, mató de entera, ligeramente caída. Nos queda a deber bastante para dentro de dos semanas.

José Mauricio a “Tradición” le dio gaoneras aseadas y luego a pies juntos se lo pasó por alto con el aplauso del tendido bondadoso.  El toro era una “perlita” pero José Mauricio no le supo encontrar la distancia, quedándose la res ahogada.  Pese a todo, hizo su esfuerzo y cuando el toro se agotaba lo mató de fulminante estocada.  Mostró voluntad y ciertos progresos, pero su manera es muchas veces atrabancada. Dadivoso, Ruiz Torres le concedió una oreja. Con “Expresión”, un manso perdido, mostró que todavía debe aprender mucho en esta profesión. 

Esperado con mucho interés, Diego Silveti quien de ninguna manera defraudó, no tuvo toros a modo, pero él tampoco estuvo exitoso con el estoque.  Con “Cultura”, un manso perdido, sabiamente lo llevó a los medios y allí mostró la extensión de su toreo con ambas manos, supo encelarlo en su momento, dejarle la muleta allí y correrla luego con temple, arte y valentía.  También se fue a los aires al rematar una dosantina y cerró por alto con manoletinas y bernadinas. Intentando matar “a un tiempo”, dejó estocada caída y tendida.  Fue trompicado al intentar el descabello y al eternizarse con la corta recibió dos avisos.  Con el último “Olé”, otro marrajo agarrado del piso, lució en gaoneras estrujantes, por la faja, pases por alto sin moverse y pese a que insistió con la derecha, la muleta  flameaba.  Por la izquierda el animal se colaba, mostrando sus cinco años de edad por lo que concluyó también con manoletinas y mató de media, se prolongó la entrega del animal y fue avisado.

El domingo próximo” corren los caballitos” y los diestros mexicanos rezagados.  Apaguen la luz¡.