Artículo de José Mª Moreno Bermejo. Escalera del Éxito 123

TOROS DE JUAN PEDRO DOMÉCQ, PARA: “EL JULI”, PACO UREÑA Y DAVID DE MIRANDA. 24º C de temperatura, terminando la tarde fresquita por el viento, a veces enrachado.

Los toros de JUAN PEDRO estuvieron bien presentados, alguno muy “guapo”, todos con el trapío de su casta; salieron airosos y retadores, aunque no ofrecieron, en general, finales atractivos. Veamos. El 1º, guapo, mete la cara, va franco; cumple en varas en las que no se le aprieta demasiado. Sin alma, sin sangre, cae, recae, y parece un muerto en vida. Nota:1. El2º es altote, también tiene fijeza y es pronto; picado muy mal queda inhábil para la lidia; por su poca casta, principalmente. Nota: 1. El 3º es el de presencia menos adecuada, acochinadillo el morito parece pesar mucho menos de lo que dice la tabla. Es claro y noblote, con buen tranco, algo sosote, pero con castita. Nota: 5. El 4º es un castaño bien criado, lo pican con cuidado para que no aumente su flojera. A los comienzos de la faena se fractura la mano y el presidente lo devuelve inadecuadamente, a mi forma de ver (¡si tuviera que pagar el toro él! ¡Si el torero no hubiera sido “El Juli!…). El 4º bis es un pupilo de Luis Algarra cinqueño también, como toda la corrida menos el 2º. Resultó ser desclasado, bruto, soso y desabrido. Nota: 3. El 5º es otro guaperas con poca casta, que va y viene con trote cansino, que se rebrinca por los 2 puyazos traseros que recibió; sosote. Nota: 4. El 6º sale con fijeza; un papel que vuela en el tendido “4” llama su atención y lo embiste. En el jaco aguanta 2 puyazos traseros empujando. Va a más, con casta y nobleza y su calidad no es “despreciada” ( se llama “DESPRECIADO”) por su matador, lo aprovecha y dignifica exprimiendo todo su sabroso jugo. Nota: 7,5. El comienzo de la corrida nos hizo presagiar lo pero; luego, este 6º y antes el 3º promediaron una nota no tan negativa, aunque de suspenso, claro. Nota: 3.

“EL JULI” no debió estar en esta corrida, según lo previsto en el planteamiento del bombo de don Casas. El de “Velilla” (aunque él no naciera allí), era un okupa de la corrida bombón que no pudo torear PONCE; sino quiso bombo, no debió degustar este bombón que, al cabo, le salió amargo. Su actuación no fue buena. Mató mal y no estuvo a gusto en el ruedo ni un solo momento. No supo sortear los problemas del viento; y parece mentira que con su experiencia no recordara los consejos de CHENEL: Si hay viento ir a torear al tendido que señale el rabo del toro de la veleta. Los otros dos toreros así lo hiciero. Nota: 3.

PACO UREÑA recibió el cariño que la afición madrileña le profesa, y que le manifestó al comienzo de la corrida haciéndole saludar una unánime y sentida ovación. El torero se entrego, como siempre hace, ante dos toros sosetes pero toreables. Tras matar a su primero, después de un pinchazo, dio una vuelta al ruedo; y tras finiquitar al 5º de la tarde paseó una oreja, premio a su obsesión por realizar el toreo puro, de entrega y templanza, aunque la obra no le saliese todo lo pulida que él deseaba. Nota: 6,5.

DAVID DE MIRANDA dejó en su día la silla de ruedas en la que le sentara el trompazo sufrido en Toro, y se dedicó a mentalizarse para el triunfo. El de Trigueros confirmaba la alternativa y merecía una oportunidad por su ilusión. “MOLADOR”, su 1º, no le permitió nada. “DESPRECIADO”, su 2º, le dio todo, incluida la emoción que produce el bravo encastado. Quieto, valeroso y menos atolondrado que cabría esperar de su juventud e inactividad, DAVID cuajó su oportunidad y mereció el premio de salir por la Puerta de Madrid a hombros de los aficionados. Nota: 8.

De los subalternos de a pie sólo recuerdo los pares de ÁLVARO MONTES al 4º, y el 2º que le puso al burel VÍCTOR SAUGAR “PIRRI” al 5º. En la brega estuvo más acertado FERNANDO PEREIRA.

JOSÉ ANTONIO BARROSO se colocó bien, pero anduvo errático en su primer encuentro; el 2º puyazo fue mejor. Nota: 3.

HÉCTOR VICENTE hizo las suertes bien antes del encuentro, luego se descolocó y pico trasero en sus dos puyazos. Nota: 4.

RAFAEL CARBONELL, consciente de las fuerzas del “juanpedro”, ninguna, picó sin apretar, midiendo el castiguito en dos puyazos traseros. Nota: 4.

SALVADOR NÚÑEZ picó traserillo y caído, bien colocado, aunque luego “cariocó”. Nota: 4.

PEDRO ITURRALDE cogió los dos puyazos traseros; no sé si el caballo le hizo la pascua en los encuentros, creo que sí, porque el toro entró franco y el montado no acertó como suele. Nota: 3.

JOSÉ CARTES puso un puyazo trasero y otro más trasero aún. No hubo encuentro violento y el castigo inferido al burel no fue excesivo. Nota: 3.

La tarde era preterida de una, a mi entender, anomalía por estar presente en ella un torero que había repudiado e sorteo que se requería para torear en la Feria de este año. La empresa buscó el clavo para equilibrar el interés del cartel, y el torero agachó la cerviz desdiciéndose de la decisión que otrora adoptó. Dignidad y criterio afectadas en este proceder.

La presencia de D. JUAN CARLOS I en el sillón de piedra del tendido “2”, acompañado a su izquierda por ENRIQUE PONCE, motivó que la terna le brindase un toro cada uno. Encomiable afición y defensa de la Fiesta por parte de S. M. A cada brindis, y en cualquier momento que lo sugiriera el nivel de euforia de los más ardientes (ardor alcohólico en la mayoría de los casos), se escuchaban repetidísimos “Viva España”, incluso en los silencios previos a entrar a matar. Inoportunidad.

Otra anomalía de la tarde fue el cambio del toro 4º. El “castaño” se fracturó una pezuña después de comenzar el torero la faena y el presidente del festejo sacó el pañuelo verde para su “devolución”, con visible enfado del Sr. Asesor veterinario que parecía que le recordaba que un animal inutilizado durante la lidia no debe ser sustituido; y seguro que el Sr. López-Pastor le recordó el otro artículo del reglamento que permite al presidente hacer lo que le salga de la cocorota. Opino, con libertad, que el presidente abusó de sus atribuciones; que lo hizo porque el torero era “EL JULI” y porque sabía que él no iba a pagar el toro. Mal Trinidad; mal y deplorable decisión.